La amistad es un alma que habita en dos cuerpos; un corazón que habita en dos almas. Ser amigos es cuando puedes sentarte en silencio junto a alguien y simplemente sentir que son amigos. Ser amigo no es aquel que te hace reír con mentiras, sino el que te hace llorar con verdades. Un amigo verdadero es alguien que llega cuando todos los demás se van, y se queda cuando todos los demás han desaparecido. El amigo es quien abraza un secreto siendo nuestro seguro cómplice, quien ablanda la angustia, quien aconseja en una decisión, y sobre todo, quien alegra y conforta. No necesito amigos que cambien cuando yo cambio y asientan cuando yo asiento. Mi sombra lo hace mucho mejor. Los amigos son joyas preciosas. Nos hacen reír y nos animan a seguir adelante. En esta vida ama, perdona y olvida que lo que hoy te dicen tus amigos mañana te lo dirá la vida. No hay nada que desespere tanto como ver mal interpretados nuestros sentimientos por nuestros amigos. Este es el primer precepto de la amistad: Pedir a los amigos sólo lo honesto, y sólo lo honesto hacer por ellos. Los amigos de verdad se ríen con tus chistes aunque no sean tan buenos y se conduelen de tus problemas aunque no sean tan graves.
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